Publicación: 15 marzo 2024 –
Ante un escenario de incertidumbre como el que viven los mercados en el momento actual, los inversores necesitan contar en sus carteras con activos descorrelacionados de los mercados convencionales, como alternativas que les permitan diversificar y optar a rentabilidades más atractivas, aunque en algunas ocasiones les priven de una mayor liquidez.
Fruto de esa necesidad, en Diaphanum apostamos hace tiempo por dedicar un equipo específico al asesoramiento independiente en inversiones ilíquidas, un tipo de activo que ayuda a la construcción de carteras más eficientes en términos de rentabilidad-riesgo.
Cuando nos referimos a inversiones ilíquidas, nos centramos en cuatro tipos de activos: capital riesgo, deuda privada, infraestructuras e inmobiliario, con tres premisas a la hora de realizar la selección: una asignación de activos en función de las preferencias de liquidez, plazo y riesgo del inversor; la selección de las mejores oportunidades de inversión en estos activos y, por último, la planificación de compromisos y flujos de caja de las inversiones.
Perspectivas 2024 para mercados privados
De cara a 2024 el entorno macroeconómico que prevé el equipo de Estrategia de Mercados de Diaphanum dibuja un entorno para las empresas y los inversores donde casi con toda seguridad no habrá nuevas subidas de tipos, algo que permite una mayor visibilidad a la hora de realizar proyecciones financieras. De confirmarse la alta probabilidad de bajadas en el segundo semestre a medida que se confirman las bajadas generalizadas de la inflación, las transacciones corporativas y la actividad de inversión repuntará.
Este entorno ayuda a acometer inversiones y desinversiones por una mayor certeza sobre ingresos, márgenes y valoraciones de las compañías. Por este motivo 2024 es para Diaphanum un año para realizar compromisos en private equity en nuestra construcción de carteras ilíquidas. Nuestra preferencia son pequeñas y medianas compañías con sólidos balances y necesidades de capital para ejecutar planes de crecimiento, profesionalizar el negocio, comprar compañías competidoras, o digitalizar sus modelos de negocio. Compañías que se benefician de los equipos de profesionales de los fondos que les ayudan, en definitiva, a mejorar su operativa e incrementar ventas y márgenes, incrementando la generación de caja.
En el caso del venture capital, que supone la inversión en compañías en sus estados más iniciales de crecimiento y habitualmente con necesidades relevantes de capital para hacerlas crecer, tomamos una postura algo menos cautelosa que en 2023 a raíz de los ajustes de valoración producidos, si bien seremos muy prudentes en el análisis de la experiencia e historial de filosofía de inversión de los gestores y en su estrategia de generación de liquidez.
Respecto al ámbito inmobiliario, anticipábamos que la persistencia en la bajada en el número de transacciones tanto por la subida de los costes de financiación como por el desencuentro en precio entre compradores y vendedores generaría caídas en precio. La presión de la financiación sobre los propietarios de activos podría suscitar oportunidades de inversión, si bien creemos que solo determinados nichos del mercado inmobiliario reúnen las condiciones para invertir.
Seguiremos atentos a oportunidades de inversión en infraestructuras que es un activo que nos sigue gustando y donde esperamos poder seguir invirtiendo con las mismas premisas que lo hicimos en 2023.
La deuda privada que fue el activo que más favorecimos en 2023 será una inversión que seguiremos de cerca sobre todo para los nuevos clientes de Diaphanum que deseen comenzar a ser asesorados en activos ilíquidos y donde sigue teniendo sentido tener posiciones en deuda privada senior.
Fuente: Diaphanum Valores S.V., elaboración propia.
asesoramiento profesional en inversiones ilíquidas[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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Inversiones ilíquidas"
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